domingo, 26 de agosto de 2012

SÍSTOLE DIÁSTOLE EN CASTILLÉJAR

Sístole Diástole fue presentada en Castillejar en su VIII ENCUENTRO DE ESCRITORES. Una presentación sin duda emocionante en la que el autor dedicó un poema a su padre, protagonista también de la dedicatoria de la novela.

(Autor a la derecha de la imagen)



 
ROTO EN MIL (Poema dedicado a su padre, Miguel Prieto García)

El pulso se me escapa de las manos, curtidas por la sequedad de tu otoño de palabras caídas, de gotas de lluvia ácida, forjadas en cada sílaba de cada uno de tus argumentos;
mi traje, manchado aún por lamparones de humedad, me recuerda en diez eternos segundos empapados, que fuiste importante en una vida repleta de esperanzas rotas y creídas. Ahora es un adiós irónico que carga en la espalda de su memoria, un saco colmado de olvidos, que no sabe ni cómo ni cuándo fue saciado. 
Una mirada acuática inunda nuestra despedida, mi momento, para hacerme ver la perspectiva greconiana del mundo, cuando aún no ha caído la primera lágrima impotente. 
Habito ahora en el abismo de un agujero negro de latidos sordos para el exterior, y perdidos en mi oído y ritmo interno; que me recuerdan con voz sigilosa y susurrante: “Estas vivo”.
Escucho entonces, mi respiración y ralentizo cada huída espirada con cada aterrizaje inspirado de este aire con sabor y olor a tierra mojada. Una de mis conciencias razona e intenta sincronizar tus porqués con los míos, y todo vuelve a empezar como un circuito de alta velocidad, marcando vuelta rápida en cada pensamiento arrepentido. 
El ciclo se cumple en la siguiente lágrima de claridad compartida, y mi espiral de tristeza pactada con el resto del mundo, se hace aún más grande. Encallo mis rodillas contra el charco en el que dramatizaba aislado hace apenas unos segundos. 
El agua tirita y tambalea mi imagen, deformando una cara ya deformada, con dos manos reflejadas a ambos lados, simulando a posteriori, el destino que me aguardaba a priori. 
Un eslabón encontrado que vuelve a ser perdido, un silencio de árboles que me soplan, de pájaros que me gritan, de coches que pasan inconscientes, doblegando y despertando mi repentino estado de inconsciencia. 
Miro a mi alrededor y todo se moviliza, el mundo gira y gira mi tetrapléjica naturaleza. Sonrío y dirijo mis ojos entornados hacia delante, haciendo ver a mis párpados una realidad desaparecida, hace apenas dos minutos rotos en mil.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Granada, Granada